El día 23 de abril celebramos el día del libro en la Casa de la Cultura de Almuñécar, con un acto en el que se entregaron los premios del Certamen Literario de Almuñécar.
A continuación podéis leer el cuento de María Martín Sáez de 6º de Primaria que obtuvo el tercer premio en el Certamen.
“El
mundo absurdo”
En
un país muy lejano había una niña llamada Narú ,era una niña
normal y corriente, hasta que un día Narú empezó a tener unos
sueños muy extraños.
Un
día cualquiera por la noche Narú se fue a la cama; y cayó en un
profundo sueño; bastante extraño: Narú iba paseando, cuando de
repente se encontró una serpiente con pelo y cuatro patas, pero
cuando la acarició, lo sintió en la vida real, era como si no fuera
un sueño, ella se asustó y se despertó , e intentó ir hacía el
cuarto de sus padres, pero de repente se cayó al suelo y volvió al
sueño, donde se encontró a un elefante enano que hablaba. Ella le
preguntó que ocurría allí, y él le contestó que una vez cada
tres años se elige a una persona para que viaje al Mundo Absurdo y
les salve de ser tan extraños. Narú le dijo que estaría encantada
de ayudarle mientras que volviera a la realidad. El elefante le dijo
que solo tenía que encontrar la legendaria flor del Ártico, así
que emprendieron un largo viaje.
Estuvieron
en el desierto del Sáhara; donde conocieron a un camello con plumas,
después estuvieron en la Atlántida; donde conocieron a un delfín
verde, también fueron a las faldas del Everest; donde conocieron a
una cabra con seis patas, por penúltimo sitio fueron a Hawaii, donde
conocieron a un tiburón con pelo y por último llegaron al Ártico,
una vez llegado allí, Narú y el elefante empezaron a buscar la
flor, pero no la encontraron por ninguna parte, entonces Narú se
empezó a cansar de buscarla y quiso rendirse, pero el elefante le
contó que era muy duro vivir siendo así y que el haría lo que
fuera por volver ha ser normal; también le dijo que si conseguían
la flor, él desaparecería de los sueños y se iría a la vida real.
Narú se lo pensó y decidió seguir.
Dio
la casualidad de que por allí pasaba un oso polar muy viejo que
tenía manchas verdes y rojas. El oso les indicó en donde estaba la
flor; que se encontraba en la Gran Colina del Iceberg. Narú le dio
las gracias, y siguieron su camino, hasta que por fin llegaron a la
Gran Colina del Iceberg. Tardaron tres días en llegar a la cima;
pero mereció la pena por que al fin lo consiguieron. La flor era
roja y blanca, dentro de ella contenía un diamante que solo había
que derretirlo y echar agua para que todos puedan beber.
Ya
que la tenían fueron corriendo a la plaza donde todos los habitantes
de Mundo Absurdo, hicieron la poción y se la dieron a todos los
animales y en un segundo todo volvió a la normalidad.
Narú
se levantó en su cama y todos los animales aparecieron en el nuevo
zoo del pueblo de Narú.
Al
final Narú se alegró y todos los días iba al zoo a visitarlos.
Melodía
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